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10 May, 2024

ADICCIÓN Y COMPULSIÓN: ¿SON TÉRMINOS IGUALES?

Se utilizan para hablar de ciertas conductas de las personas en el común de la sociedad. En general, parecen iguales, pero no lo son y se utilizan ambos términos de manera incorrecta.

Analicemos bajo qué conducta una persona es adicta o compulsiva:

La adicción es una enfermedad crónica y recurrente que se caracteriza en buscar la recompensa que se da a través del alivio por consumir o realizar actividades similares. Trae aparejada la incapacidad de poder dominar la conducta que va en busca de “esa recompensa repetitiva”, con severa imposibilidad de detenerse en la acción.

La adicción dispone una disminución en la calidad de vida, contacto social, laboral, problemas en los vínculos interpersonales, eróticos y afectivos.

La persona adicta por si sola no puede parar su impulso, tiene una conducta en donde siente que no puede evitar hacer tal o cual cosa. Muchos intentan buscar alternativas, pero en la evitación que se instala, aparece el malestar, la irritabilidad y los cambios de humor presentando muchas veces conductas agresivas. Por eso las personas por períodos parecen depresivas y es que en realidad no pueden parar, trayéndoles momentos de angustia y depresión. Entonces, el paciente busca la ansiada recompensa, la que le brinda un placer ínfimo y estéril. Pero es un alivio al malestar y es por eso que se vuelve una y otra vez en la búsqueda de esta sensación de paz interna que termina siendo altamente peligrosa.

Estamos ante una conducta emocional disfuncional. Que abarca la vida misma de quien la padece y sus vínculos más cercanos.

En cambio, cuando hablamos de compulsión estamos haciendo referencia a un impulso irrefrenable o un deseo hipertenso también incontrolable pero precedido por la obsesión.

Aunque la realización del acto compulsivo proporciona alivio en el sujeto, sigue experimentando angustia. Dicho alivio inmediato que da la compulsión ni siquiera llega a ser percibido por el paciente debido a que la angustia y la ansiedad siguen latentes y queriendo más y más. Así se vuelve a reproducir el ciclo de la compulsión enmascarado muchas veces como deseo. Lo importante es que puede evitarse.

Definimos la compulsión como un signo y síntoma que está dentro de las conductas adictivas. Una forma parte de la otra, aunque por separado son indicadores de diferentes trastornos afectivos y conductuales.

Por otro lado, el sujeto compulsivo puede parar debido a que la conciencia del acto no lo lleva al placer que experimenta quien padece de adicción.

Cuando te comenten: “Sos un compulsivo o adicto” o lo percibas, busca ayuda profesional pertinente para no caer en procesos irrefrenables que traen malestar, angustia y muchas veces soledad.

PS. VALERIA FARHAT

MAT. 5457 

PSICÓLOGA Y SEXÓLOGA  

MAG. EN PSICOINMUNONEUROENDOCRINOLOGÍA DEL STRESS